Cada vez que participamos en algún evento, se nos acercan muchas personas a preguntarnos que pueden hacer para mejorar su trato hacia sus hijos. Muchos reconocen estar cansados de repetir las mimas cosas y no ver cambios de conducta en los niños o jóvenes.

Otros manifiestan abiertamente que pierden la paciencia y sienten que el trato que dan a sus hijos no es él mas adecuado. Expresan que parten con buenas intenciones, pero finalmente terminan alzando la voz e incluso dando “pequeños golpes”.

Es importante lograr juntar el discurso con la práctica, nada sacamos con manifestarnos en  defensa de la infancia si llegamos a nuestra casa y gritamos, avergonzamos o golpeamos a nuestros hijos.

Es cierto que “el golpe formador” esta socialmente aceptado en la mayoría de nuestros países, pero es un eufemismo, no existe golpe formador, golpe bueno, golpe correctivo, golpe pequeño. Golpe es golpe, y eso hay que reconocerlo.

Pero también con Fundación reconocemos que es más fácil criticar que ayudar, más fácil decir que hacer y por eso hemos desarrollado a continuación algunos puntos básicos que permiten lograr cambios en las conductas de los niños y jóvenes, especialmente porque son herramientas sencillas que ustedes como padres o maestros pueden utilizar. Si necesitan ayudas mas especificas, no duden en escribirnos, será un placer ayudarlos.

No olviden nunca que nuestros hijos son nuestro reflejo, si ustedes cambian, ellos cambiaran.

SUGERENCIAS FAMILIARES

• La forma más efectiva de incrementar una conducta es reforzándola, exprese su reconocimiento bien sea en forma verbal (ejemplo: te felicito, lo hiciste muy bien…) o material (ejemplo: dulce, postre, juguetes, salidas).

• Refuerce inmediatamente cualquier aproximación a la conducta que desee incrementar. Al inicio refuerce constantemente la conducta que desee incrementar, la cual una vez aprendida requiere refuerzo ocasional.

• Refuerce siempre describiendo la conducta específica, de esta manera el niño comprenderá mejor lo que está haciendo bien y tenderá a repetirlo. Ej: “te felicito por la manera tan ordenada que dejaste tu pieza hoy en la mañana”.

• Ignore las conductas inadecuadas que no tengan consecuencias graves. (Ej: broma entre hermanos, disputas verbales, etc.) y aumente la atención hacia las conductas adecuadas (Ej: sentarse, hacer las tareas). Esta técnica aplicada sistemáticamente por ambos padres, aumentará la emisión de conductas positivas y disminuirá la frecuencia de las negativas.

• Sea creativo cuando refuerce, las mismas frases usadas una y otra vez perderán su efectividad.

• La manera de comprobar la efectividad del refuerzo que usted está utilizando, es la repetición de la buena conducta.

• Haga que oiga sus comentarios de su buen comportamiento con un amigo o familiar.

• Es importante que refuerce a su hijo en privado y si es en público, hágalo de forma moderada, utilice señales secretas especiales. Ej: un guiño de ojo, el dedo pulgar hacia arriba, le dirá a su hijo sin buscar atención no deseada, que usted ha notado su buen trabajo, o bien más tarde dígale lo bien que lo hizo.

• Si le cuesta encontrar aspectos positivos acerca de su hijo, le sugerimos anote en una libreta las conductas positivas que vaya descubriendo. Se sorprenderá  de la cantidad de buenas conductas que puede anotar y de cuanto ayuda aprender a reforzar a su hijo.

• Para dar un empuje, acompañe el refuerzo con un premio, un pequeño regalo, pero guarde las sorpresas para ocasiones especiales de manera que no sean esperadas.

• Refuerce específica y positivamente la conducta, porque esto le dará al niño un concepto positivo de sí mismo, de manera que se sentirá seguro en sus logros.

• Refuerce conductas positivas en otras personas a fin de estimular la imitación de tales conductas por parte de su hijo.

• Defina exactamente que es lo que usted quiere que su hijo haga con mayor frecuencia o defina en forma precisa que es lo que debe hacer para ganarse el premio. No diga “sé más responsable”. Más bien diga: ” por favor, haz tu cama en las mañanas”.

• Es importante poner de acuerdo a los adultos primero, no podemos esperar conductas en los niños que nunca han visto en sus padres o sus adultos significativos.
Finalmente recuerde que es mejor pensar en pequeño, los problemas no se resuelven de un día para otro, los cambios tanto en niños como en adultos son lentos y progresivos.

Y lo mas importante, demuéstrele al niño que usted lo valora y quiere incondicionalmente. Abrácelo, préstele atención, escúchelo, hágale saber cuanto lo ama. El amor es capaz de transformarlo todo.